Dulce de Leche




Después de este parón, vuelvo a la carga esta vez con una receta para los más golosos. Ideal para rellenar tartas, para tomar con helado, con galletas o como mas os guste. Receta muy muy sencilla, apta para principiantes y eso sí, para los más pacientes. Siiiiiiiiii ya sé que metiendo una lata de leche condensada en una olla rápida se hace en un plis, pero ¿donde quedó el romanticismo de remover a fuego lento?

Ingredientes:
1 L de Leche Entera
250 gr. de Azúcar
1 Cucharadita de Vainilla Liquida
1 Cucharadita de Bicarbonato de Sodio

Elaboración:
Ponemos en una olla la leche, el azúcar, la vainilla y el Bicarbonato a fuego fuerte removiendo constantemente con una cuchara de madera hasta que empiece a hervir, bajamos a fuego medio-bajo y lo dejamos sin parar de remover al menos unas 2 H.
Pasada la primera hora empezará a tomar este color tan característico. Y aproximadamente pasados una hora y 45 minutos, comenzará a tomar textura. Llegados a este punto sois vosotros los que decidís cuando apartarlo. En este caso yo lo hice en el momento en el que tenía el punto de espesor de la leche condensada.   Lo normal es apartarlo cuando al remover veamos el fondo de la olla, pero si aún lo queréis más espeso sólo es cuestión de dejarlo hervir unos minutos más. 
Mientras en otra olla esterilizaremos los botes y tapas donde lo vayamos a conservar sumergiéndolos unos minutos en agua hirviendo.
Llenaremos los botes y haremos un vacío igual que para la conservación de la Mermelada de Fresas y según estas indicaciones:
La opción más rápida es cerrar los botes aún calientes y ponerlos boca abajo para que salga el aire, o bien esperaremos que enfríe el Dulce de Leche, tapamos e introducimos los botes en agua hirviendo durante aproximadamente 3 minutos. Si escogéis esta opción, yo tomo siempre como referencia las burbujas que salen desde la tapa de los botes. Si os fijáis irán disminuyendo hasta que desaparecen. Este es el momento de sacarlos. De cualquiera de las maneras, cuando los abramos deberemos escuchar el "pop" tan característico del vacío.

Sugerencias:
Si os empezáis a desesperar una vez que haya empezado a tomar textura, podéis ayudaros un poco si diluis una cucharadita de maicena en un par de dedos de leche fría y la añadís a la olla.
Tened en cuenta que reduce mucho la leche, y que obtendremos 1/4 de dulce de leche de la cantidad inicial. Si lo queréis por ejemplo para rellenar tartas, os aconsejo que hagáis el doble de leche, duplicando también las cantidades de vainilla, azúcar y bicarbonato y si habéis tomado esta opción, también la maicena.

Espero que os guste y os animéis a probarlo. ¡Os encantará!






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